About Lady Joseph

Antes de nada nos gustaría presentarte a nuestra abuela Lady Joseph, sin la que nada de esto hubiera sido posible; la persona más elegante que hemos conocido, y seguramente también la más pertinaz. Josephine, se enamoró de nuestro abuelo un verano en Burdeos, mientras él aprendía a elaborar vino francés para llevar su producción a La Rioja.

Lady Joseph con el primer equipo en el Salon de The que inauguró en Haro     (La Rioja. España) en 1926.

El encanto francés de nuestra abuela -seguramente con ayuda del hechizo del vino de la zona- le hizo caer rendido a sus pies, y en dos meses decidieron casarse y mudarse a Logroño.
Todo fue muy deprisa y; aunque ella no hablaba demasiado del tema, siempre intuimos que al llegar a su nueva tierra -lejos de casa, de sus viñas y sus paisajes- la añoranza la invadió. Pero una vez recompuesta, ella recuperó su halo de elegancia natural y empezó a pensar en producir productos de primera que pudieran transportarla hasta su Francia natal: para algunas cosas, como la tozudez, siempre pareció más castiza que francesa.

 

Josephine empezó seleccionando las mejores harinas de productores locales y replicando las recetas de su infancia, perfeccionó la receta hasta conseguir unas galletas elegantes, finas y crujientes, llenas de sabor.  Un producto saludable y único con el que deleitaba a los viajeros que hacían parada en Haro.

 

Como nuestra abuela era una persona muy social, aunque en aquella época, y zona, las mujeres eran más bien de tierra y silencio, decidió abrir un salón de té. Allí, ella vendería lo que elaboraba en el obrador, mientras creaba un centro de reunión para vecinos, amigos y viajeros que pernoctaban en Haro para coger el mismo tren que llevaba sus productos a Francia.
Pronto su salón se convirtió en un lugar de reunión indispensable, no solo por las exquisiteces que servía, sino por ser un punto de encuentro amigable y vanguardista donde uno podía enterarse de todo lo que pasaba en el resto de Europa.

 

 

Los nietos de Josephine hemos querido continuar con la tradición y lograr su gran sueño: poder compartir con gente de todo el mundo sus maravillosas creaciones. Conservamos su receta original y su buen hacer, así como ese mundo de sueños y memorias que hemos querido plasmar en su colección de galletas.

   Estos somos nosotros en su trastienda donde íbamos al salir del colegio buscando sus galletas recién horneadas para merendar.

 

Ya que ahora los cotilleos y las reuniones son digitales, cuidemos por lo menos los productos de calidad e historia que mantienen vivo nuestro origen.
            Te invitamos a descubrir el mundo de Lady Joseph.